Candy Crush Villalobos

Pues ya está, por fin ha pasado (y nada ha pasado, por cierto), ya podemos descansar por que el Debate sobre el Estado de la Nación se celebró ayer y hoy ha amanecido un nuevo día.

Del paro que nos preparemos que esto va a ser un no parar, de la economía que somos la envidia de los envidiosos, de que si tú no sabes lo que le pasa a «la gente», de que si gastas tinta o no, de que si eres un capo o de que si eres patético… Nada nuevo bajo el sol en los discursos: de la corrupción no hablemos y las mujeres ¿qué son?.

Vivimos en un país esperpéntico, en el que sin rubor los que nos gobiernan y los que aspiran a hacerlo se citan en donde reside la soberanía popular (¡jajajaja!) y se repiten las mismas mentiras que se vienen repitiendo en la misma ocasión durante los últimos veinte o treinta años.

Menos mal que tenemos a Celia Villalobos con su innovador método de ganarse el sueldo pasando de lo que allí pasaba: jugar al Candy Crush mientras hablaba el Presidente del Gobierno (blablablabla). ¿Cuántos puntos tendrá? ¿Cuántos amigos le pasarían vidas ese rato? Muy ágil no parecía, pero teniendo en cuenta que no es nativa digital no está mal…

Gracias a ella, como decía, todos hemos sabido hoy (porque ayer no vieron el debate ni los que estaban allí, para muestra un botón) por los periódicos que nuestro dinero está bien empleado, que quienes nos gobiernan y nos legislan se toman tan en serio como dicen su función y que sienten como suyos los problemas de los ciudadanos.

Jajajajajaja. Qué risa.

Editorial: María Lanzas

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